Esta inversión de la realidad nos obliga a reflexionar sobre Dios y su naturaleza, que se muestra a todas luces malvada.
Además, esta revelación trae de la mano otra revelación aún más alarmante: un crear un e-mail en cadena es exponencialmente más malvado que cualquier otro hecho deleznable que se pueda llevar a cabo.
P.D.: Cadena para las cadenas, y hasta el infinito.

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